20/4/08

Sergi Arola, un cuiner polèmic


Enero 24, 2008
[…] “Sergi Arola-Gastro”, es el fruto de nuestras aspiraciones profesionales, es la herramienta con la que pretendemos, de una parte transmitir a lo largo de un menú de degustación la complejidad del mundo sensorial que sentimos y en el que creemos, y de otra, mas allá de modas o tendencias estéticas, recuperar la calidez y las texturas, de ese trato de “Bistrot” ilustrado, que tanto añoramos de nuestra primera etapa en Doctor Fleming. Disfrutar pues de esta vuestra casa, seguir enseñándonos y compartiendo vuestros momentos con nosotros… por nuestra parte os seguiremos ofreciendo lo mejor de nosotros, de todos, agradecidos a cada momento que pasemos juntos.
Quan vaig rebre la notícia que Sergi Arola abandonava La Broche, vaig alegrar-me’n egoïstament pensant que es traslladava a Barcelona.
Res més lluny del que imaginava, Arola es queda a Madrid, al carrer Zurbano nº 31, on va inaugurar el passat mes de febrer Sergi Arola Gastro, un bistrot que el chef ha creat amb la seva esposa Sara Fort amb la intenció d’obrir portes a un renovat concepte de restauració.


El cas és que des del moment en què es va fer pública la notícia, no han estat pocs els que s’han llançat a censurar la decisió del chef. S’han posat en dubte el motius que l’han dut a abandonar La Broche, i molts l’acusen d’insensat pel fet d’haver-se aventurat a crear el seu propi restaurant prescindint de les dues estrelles Michelin, fruit de més de deu anys de dedicació al seu antic restaurant.


Paral·lelament a la creació del Sergi Arola Gastro, el chef barceloní ha creat el seu propi blog, que no ha fet més que encetar una encesa polèmica centrada en dos temes espinosos que el mateix Arola comenta de la següent manera:

Febrero 20, 2008
[…] Quiero aprovechar estas primeras líneas para aclarar un par de temas que creo que pueden interesaros y que en cualquier caso por tratarse de dos asuntos polémicos, requieren de una “versión oficial”.

a) El tema de los precios:
A estas alturas de la película, nadie me puede acusar de ser un cocinero de los que solo sabe cocinar a base de trufa y caviar y por encima de los 120 euros […] Durante los años que he estado en La Broche, he intentado ser sumamente conservador en mi política de precios […] Ahora las cosas han cambiado y debo aplicar los mismos criterios comerciales de margen que se aplican en cualquier restaurante viable y eso sitúa el techo de costes en el limite del 35% […] Ojala pudiéramos dar todo esto que queremos daros a la mitad de precio, desgraciadamente no es posible.

b) El tema de la chaqueta:
Dudo que la mayoría de los que me lee, sea mas trasgresor que yo, con diecisiete años llevaba pendiente, con 22 pircings en el pezón y la ceja, tengo una colección de cazadoras de cuero con mas de cincuenta, la mayoria vintage compradas en tiendas de segunda mano, pero hace tiempo fruto de viajar, comer y cenar en restaurantes por ahí fuera Tokio, Nueva York, París, Londres… empecé a darme cuenta de cosas que me chirrían cuando las veo en los restaurantes. En ese sentido del mismo modo que no entendería que alguien saliera a buscar setas con una americana, me cuesta entender la manía de algunos señores, de arremangarse las mangas de las camisas
del caballito como si la sala del restaurante fuera un patatal […].
Aquesta declaració de principis, molt allunyada del tema gastronòmic i basada en criteris o normatives purament superficials, ha estat censurada mordaçment per alguns cibernautes que han acusat el chef de buscar polèmica com a mètode publicitari. De tots els detractors d’Arola, el que ha dut més lluny els seus blasmes ha estat un col·laborador de Directo al Paladar que signa amb el pseudònim de Pintxo. Aquest articulista anònim acusa el chef de “dictador” i de creure’s “el más mejor y mejor que el mejor”, i arriba a ridiculitzar-lo presentant-lo com un “Gurú de la moda” i comparant el seu estilisme amb el d’Emilio Aragón. El seu restaurant el relaciona amb “los restaurantes más viejos y con menos glamour” i el considera –segurament sense haver-hi assistit- com una “triste y decepcionante imitación de El Bulli”.

Arola publica un tercer post al seu blog retraient a l’articulista la seva mala baba i el seu anonimat:

Febrero 27, 2008
¡QUE BUENO QUE ME COMPARE CON EMILIO ARAGON!
[…] llamarme “dictador”, debería si tuviera usted realmente algo de dignidad, de arrestos, decírmelo a la cara, o cuanto menos con su nombre y apellidos para tener yo la capacidad de rebatírselo en el caso de que sea posible, o sino decidir, llegado el momento si me apetece cocinar para usted… que supongo que en aras de la libertad admitirá usted que en ese caso, objetara de dedicar mi tiempo a desarrollar mi pasión, que no es otra que atender como
creo que se merece a cada cliente que viene a mi casa. Dicen aquello de que es bueno que hablen de uno aunque sea para bien… La “era de la comunicación, de Internet, ha creado dos tipos de participante, los que firmamos con nuestro nombre y damos la cara, y los que tras un seudónimo, tras una mascara como un asesino… como un terrorista, a sangre fría arremete con el verbo descarnado intentando desde la inquina hacer daño […]

Altres lectors del blog d’Arola s’han sumat a l’escabetxina titllant el chef –que intenta vendre absurdament la seva imatge de transgressor- de “pijo sibarita, pijo en plan metrosexual”. No han estat poques, per altra banda, les crítiques dirigides a la nova política de preus:“Me muero de ganas de probar tu nuevo restaurante que seguro que me encantarà, aunque aseguro que que creo no merece en ningún caso la pena pasar de los 60 euros por barba”.

Altres cibernautes prefereixen retreure al chef la seva participació en shows televisius de qualitat dubtosa (La Cocina del Infierno) o al fet de no mencionar en cap moment La Broche en la seva presentació oficial del Sergi Arola Gastro: “Maestro, que el chef sea tan ingrato de no hacer ni una reseña a su pasado más inmediato en la notificación de su nuevo presente-futuro. ¿Cómo un cocinero tan genial no nombra a su ex-restaurante?” Davant d’aquesta allau de retrets, que han tocat la fibra sensible del chef, Arola s’ha dedicat a contestar aferrissadament als seus detractors i, finalment -no sé ben bé si en un acte de sensatesa o covardia-, ha decidit “desconectar-se” i abandonar el seu blog.

Febrero 29, 2008
Tras darle vueltas… y hablarlo con buenos amigos, de los que te dicen las cosas a la cara, con conocimiento, he llegado a la conclusión que lo mejor que puedo hacer en aras de la libertad de expresión que tanto defienden esos amparados en el anonimato es eliminar mi blog, por un lado
y dejar de participar en otros blogs aunque sea por alusiones. El otro día un buen amigo, citando a un conocido escritor, me dio la clave de lo que es en definitiva un blog en Internet, la reflexión no tiene desperdicio: “ que sentido, que lógica tiene escribirte en un blog, con individuos con los que jamás establecerías ni una relación de amistad en persona, ni siquiera una minima relacion intelectual aparte tal vez de un fugaz saludo en el ascensor…”. Así de sencillo, así de fácil […].

És una llàstima que Sergi Arola hagi decidit posar punt i final al seu blog, doncs tots els amants de la gastronomia hem perdut l’oportunitat de conèixer un gran chef des de la perspectiva personal i propera que ofereix aquesta mena de mitjà. No sé si ha estat una decisió encertada o covarda, però temo que alguns insensats ho puguin interpretar com una victòria d’aquells que critiquen a tort i a dret sense fonaments ni coneixements de causa.

En tot cas, penso que el senyor Arola no ha sabut enfocar bé el seu blog i, enlloc d’utilitzar-lo per donar a conèixer la seva cuina, s’ha dedicat a tractar temes totalment superficials i secundaris i a justificar-se innecessàriament per decisions que ningú té el dret de qüestionar.

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